viernes, 12 de octubre de 2012

Yo se que puedo hacerlo.


  Quiero cambiar

    Si has llegado hasta aquí, si has entendido que se puede adelgazar sin pasar hambre durante 40 días y has sentido el impulso de querer cambiar y llevar un estilo de vida saludable, es que estás preparada para ello. Pero debes preguntarte algo antes. ¿Por qué y por quién quieres cambiar? ¿Porque tus amigas estan super delgadas, son divinas de la muerte y quieres parecerte a ellas? ¿Por tus padres? ¿Para entrar en una 36? ¿Porque quieres que todos los chicos se fijen en ti cuando pases por su lado? ERROR. Si tu motivo se encuentra entre alguno de los anteriores (o es similar) nunca lo lograrás.
    Debes hacerlo por y para ti. Sólo por eso. Porque el cambio tiene que surgir de dentro hacia fuera. Si no, estarás desempeñando el mismo rol de siempre: buscando la aprobación de los demás. La única aprobación que debes de tomar en cuenta es la tuya propia. Debes llegar a un punto en el que te ames tanto a ti misma, emocional y psicológicamente hablando, que, inexorablemente, amarás a tu cuerpo.

    Sí, claro, mira esta tia lista. ¡Qué fácil es decirlo! Pero es que yo me aborrezco, me odio... ¡no me soporto!

    ¿Qué es lo que hace que te odies tanto? ¿Tu pelo? ¿Tus ojos? ¿Tu nariz? ¿Tus dientes? ¿Tu acné? ¿Tus orejas de soplillo? ¿Tu 85 de pecho? ¿Tu tripa? ¿Tus caderas? ¿Tus muslos? ¿Etc.?
    Analízalo y luego observa a las personas de tu misma edad con las que te cruzas por la calle. ¿Es que a caso las chicas son todas perfectas? ¿Altas, rubias, delgadas, con ojos azules y monísimas de la muerte? ¿O son morenazas, con ojos verdes, un cuerpazo de escándalo, sonrisa perfecta y visten divinas? Y los chicos, ¿son todos guapísimos, musculitos, tableta de chocolate y sonrisa de esas que se te caen las bragas al suelo? Apuesto a que no.
    Son personas tan normales como tú. Que una chica sea el prototipo Barbie no quiere decir que sea una persona perfecta ni tampoco feliz. Tal vez sus padres estén separados, haya fallecido su hermana o haya sufrido abusos cuando era pequeña. ¡Y tú envidiándola! Y, por supuesto, que un chico sea el prototipo de Ken no quiere decir que sea el hombre perfecto. Luego resulta que es un reverendo estúpido, un niñato creído de gimnasio, un inseguro de mierda o un marginado de clase convertido en chulopiscinas porque los desgraciados de su clase le amargaron los años de colegio con insultos y bromas pesadas. ¡Y tú deseando tener un novio así!
    Ahora haz otra cosa. Observa a las personas con las que convives. Tu padre, tu madre, tu hermano, tu hermana, tu abuela, tus tíos, tu prima, tu mejor amiga de toda la vida, tu mascota... ¿Son ellos perfectos? ¿Son modelos de pasarela? ¿Tienen todos una sonrisa de las que quitan el hipo? ¿A caso tu abuela no tiene arrugas? ¿Tu padre no tiene canas? ¿Tu madre no tiene kilos de más? ¿Tu hermana no lleva gafas? ¿Tu hermano no es un cansino irremediable?
    Con defectos, ¿verdad? Feos, con sobrepeso, canas y cansinos. Y, sin embargo, los quieres. No te gusta verles sufrir y darías tu vida por ellos si fuera necesario. Pues adivina qué. Ellos sienten lo mismo por ti y también darían su vida por ti. Porque para ellos, para quienes realmente debes importar, ya eres hermosa y perfecta.

   Piénsalo y haz una valoración sincera. Qué te importa más: ¿un número en la báscula o disfrutar plenamente de la vida con las personas que te aman?



1 comentario:

  1. Yo ya he empezado a ser saludable y cuesta mucho,pero es posible, ya no me doy atracones incontrolados,ya no lloro tanto,me siento más activa y feliz..
    Gracias por este aporte prin :)
    Te sigo

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